El
planeta está lleno de sitios maravillosos a los que ir. Desgraciadamente,
algunos de esos lugares están amenazados, y muy bien podrían desaparecer en
poco tiempo si el ser humano no hace nada al respecto. A continuación os
ofrecemos una selección de lugares amenazados que merece la pena visitar antes
de que, quizá, ya no sea posible.
Las islas galápagos
Comenzamos
la lista con un lugar al que desaconsejamos ir porque la amenaza es
precisamente el exceso de turismo. Las islas Galapagos son el hogar de 9.000
especies distintas. Más de las tres cuartas partes de los reptiles que habitan
este archipiélago son únicos en el mundo.
Desgraciadamente,
el turismo está poniendo en peligro el paraíso que inspiró a Darwin para su
teoría de la evolución. Los cruceros y las visitas suponen un estrés para el
ecosistema que se agrava con el contrabando de especies y la llegada de
animales no nativos que acompañan al ser humano allí donde va, como las ratas.
Foto:
BlueOrange Studio / Shutterstock
Las islas Maldivas
Los
expertos calculan que a este hermoso archipiélago de 1.200 islas al suroeste de
La India le quedan menos de 100 años. ¿La causa? Se lo está tragando el mar. El
80% de las islas están a sólo 3.3 metros sobre el nivel del agua. Los daños a
los corales que generan terreno y la subida general del nivel del mar podrían
hacer inhabitable el país a medio plazo. La amenaza es tan seria que el
Presidente del país anunció un plan en 2008 para comprar terreno en el
continente en caso de tener que acoger a refugiados.
Foto: silvae /
Shutterstock
La gran barrera de coral
La
gran barrera de coral es la única estructura viva visible desde el espacio.
Desgraciadamente, los microorganismos que forman las colonias de coral se
estresan con facilidad. Si se estresan, mueren y la colonia se vuelve de color
blanco y decae. La contaminación del planeta que incrementa la acidez de las
aguas y el calentamiento global son las primeras causas de la muerte del coral.
Foto:
tororo reaction / Shutterstock
Venecia
El
sustrato salobre que soporta los edificios de Venecia se hunde a un ritmo de
1,5 milímetros al año. El nivel del mar sube a un ritmo de entre 4 y 6
milímetros en el mismo período. Si sumamos ambos factores, a los
extraordinarios canales de Venecia les quedan 70 años sobre la superficie. El
gobierno italiano y la comunidad internacional se afanan en ralentizar este
proceso mediante canales y compuertas. Si no lo logran, quizá para ese tiempo
Venecia se convierta en la primera ciudad submarina del mundo, pero sus aguas
no son muy transparentes que digamos.
Foto:
Espejismo en Flickr. Bajo licencia Creative Commons.
El mar muerto
El
mar muerto es en realidad el lago salado más grande del mundo. Sus aguas son
tan saladas (33,7% de salinidad) que los bañistas no pueden hundirse aunque
quieran. El lago tiene una profundidad de 337 metros, pero en los últimos 40
años ha perdido un tercio de su volumen. La causa es que su única fuente de
agua es el río Jordan y las aguas de este están sobreexplotadas por Jordania e
Israel. Si ambos países siguen a este ritmo, el río y
Foto:
Nickolay Vinokurov / Shuttersock
Los Alpes
La
cordillera de los Alpes es la espina dorsal de Europa central. Sin embargo,
puede que en cuarenta años sus cumbres ya no sean iguales. Las montañas que
forman la cordillera están coronadas por una densa masa de hielo, nieve, y
numerosos glaciares. Este hielo se está fundiendo. En los últimos treinta años
se ha perdido un 20% de su masa. Si la cosa sigue así ya no serán muy aptos
para esquiar.
Foto:
JMBaud en Flickr. Bajo licencia Creative Commons.
Madagascar
Antes
de que el ser humano pusiera sus manazas sobre Madagascar, la cuarta isla más
grande del mundo tenía más de 300.000 kilómetros cuadrados de jungla. Hoy tiene
poco más de 50.000. Si la deforestación continua a este ritmo, en 35 años no
quedará nada, y las especies de la isla (el 80% son únicas) desaparecerán.
Foto:
Gil.K / Shutterstock
La selva del Congo
El
río Congo tiene 4.700 kilómetros de longitud y su cuenca es la segunda selva
más grande del planeta después del Amazonas. Según Naciones Unidas, dos tercios
de esa selva pueden desaparecer antes de 2040 si no se toman medidas urgentes.
Los problemas que afectan a esa zona van desde los incendios a la minería, la
caza furtiva, las guerrillas, la tala indiscriminada, o la construcción ilegal.
Lamentablemente, algunos de los países que forman esa zona se cuentan entre los
menos estables del mundo y su visita no es muy recomendable en términos de
seguridad. Reservado a aventureros.
Foto:
CommunePictures / Shutterstock
Parque Nacional de los Glaciares
Dentro
de poco, este parque nacional estadounidense situado en Montana, en la frontera
con Canadá, ya no podrá llamarse así. Hace 100 años contaba con 150 glaciares.
En 2005 tenía sólo 27, y se espera que ya no le quede ninguno para 2030. El
calentamiento cambiará para siempre el aspecto de una reserva con más de 260
especies de aves y 62 de mamíferos.
Foto:
Jason Patrick Ross / Shutterstock
Taj Mahal
Cerramos
la lista con otro lugar cuya visita no podemos recomendar en conciencia. El
espectacular monumento funerario, construido entre 1631 y 1654 por orden del
emperador Shah Jahan en honor a su esposa fallecida, se cuenta entre los más
hermosos del mundo. Lamentablemente, este patrimonio de la humanidad recibe
cada año la visita de casi cuatro millones de turistas, y sus conservadores
están cada vez más preocupados por el estado de sus espectaculares fachadas de
piedra blanca.
Si
la degradación prosigue al ritmo actual, el gobierno Indio se plantea
restringir las visitas o cerrarlo al público definitivamente, con lo que sólo
podrá ser visto desde lejos. El monumento no será el primero en sufrir este
destino. Las cuevas de Altamira, en Cantabria (España), fueron cerradas
definitivamente al público para proteger las pinturas rupestres únicas que las
adornan. El gobierno cántabro creó una réplica exacta que sí es visitable.
Foto:
Ben Lepley +_+ en Flickr. Bajo licencia Creative Commons.
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